Consejos para el cuidado de tus alfombras

Mantener la vida de una alfombra va más allá de la decoración, en algunos casos significa preservar la tradición de antiguas culturas heredadas por nuevas generaciones, que incluso son parte del patrimonio familiar.

¿Las alfombras persas se pueden lavar?

Es un error común pensar que una alfombra persa u oriental no se puede lavar. Por el contrario, haciéndoles el servicio de lavado las alfombras se conservarán hermosas durante más tiempo. El polvo en la trama actúa como abrasivo y es muy dañino. Aspirar la alfombra una vez por semana ya es algo bueno para mantenerla en buen estado, pero es imprescindible que al menos una vez por año reciba una limpieza profesional.

Para el aseo diario se deben seguir las mismas recomendaciones generales dadas para los alfombrados muro a muro, utilizando aspiradora o escoba, barriendo siempre a favor del pelo, nunca en sentido contrario.
Para las alfombras sueltas o dimensionadas uno o dos lavados anuales bastarán para asegurar su buena conservación.
Evite sacudirlas tomándolas de las cabeceras ya que esto rompe los flecos, causa desgarro en las guardas (que son el marco de la alfombra) y provoca deformaciones en su estructura.

El sol demasiado intenso destiñe el colorido y «quema» la trama. Las roturas y peladuras pueden ser reparadas y conviene hacerlo antes que su extensión haga más difícil y cara la restauración.

Una solución es girar cada cierto tiempo las alfombras sometidas a mucho tránsito para que se desgasten en forma pareja.

Nunca guarde una alfombra sucia o húmeda.

El aseo periódico de sus alfombrados, con aspiradora, contribuirá a mantenerlos en buen estado y prolongará la vida útil de ellos al eliminar parte del polvo que, retenido en grandes cantidades entre el pelo de la alfombra van deteriorando la trama hasta romperla. Lavar profesionalmente una vez por año, con o sin sanitizado.

Dependiendo del uso, calidad, periodicidad y modo de aseo, será conveniente lavar entre una y cuatro veces al año, aunque aparentemente se encuentren limpios. Este tratamiento permitirá mantener la flexibilidad del pelo gracias a la hidratación de las fibras, evitando que se «quiebren» cuando son pisadas al encontrase resecas.
La buena mantención y lavado elimina ácaros -muy abundantes por lo general-, larvas de parásitos y polillas, que siempre se alojan entre el tejido.

Sí, pero al lavarlas evite los sistemas que las empapan y saturan con detergentes que posteriormente se secan para transformarse en un polvo microscópico y que, que con el correr del tiempo, resulta dañino debido a la gran cantidad de partículas y residuos depositados en la alfombra. Esta es una limpieza aparente, ya que la suciedad es “empujada” desde la superficie hacia la trama de la alfombra, continuando ahí su acción abrasiva.

Antes de apoyar o instalar un mueble pesado sobre una alfombra, asegúrate de que las patas y bordes no sean afilados o que no tengan algún objeto que pudiera estropear la alfombra. Puede poner una pequeña base en o bajo las patas para evitar que el peso se concentre en una superficie muy pequeña.

Un grave error al limpiar una alfombra es utilizar demasiada cantidad de agua para quitar una mancha. Por lo general es suficiente con aplicar unas gotas de detergente líquido para trastes, y luego secar muy bien para evitar la formación de moho y los consecuentes malos olores.

Si algo se derrama sobre tu alfombra, debes procurar limpiarlo de inmediato para evitar su adherencia en el tejido. Hazlo utilizando una toalla absorbente o toallas de papel, presiona sobre la mancha hasta que haya absorbido todo el líquido.

Una forma de evitar que la alfombra muro a muro se deteriore más en aquellas partes que son más transitadas a diario es colocando una especie de recorte o camino sobre la moqueta que puede ser de la misma alfombra. Para las alfombras sueltas o dimensionadas tener la precaución de rotarlas periódicamente.

Aspirar las alfombras es muy importante para mantenerlas en buen estado, pero si tienes mascotas lo es más. La caspa de los animales, los pelos y posible suciedad que traigan en sus patas, harán que tu alfombra dure menos tiempo si no la aspiras en profundidad y con regularidad. La orina de las mascotas es muy dañina y destiñe los colores.

El modo correcto es hacerlo de arriba hacia abajo en el caso de pisos con pendiente o escaleras. Se debe cambiar la bolsa de la aspiradora antes de que esté del todo llena. Siempre que aspires es mejor que toda la superficie esté libre de obstáculos. Ajusta la aspiradora a la altura adecuada y no presiones demasiado contra el pelo.